El diario de Caracas 17-03-91
Cuando se vislumbra una posibilidad real de centrarnos en un proyecto tan necesario como el “Instituto Culinario Venezolano”, todos deberíamos aplaudir y participar para hacer valer nuestras experiencias y diferencias.
No entendemos muy bien la crítica “a priori” de ciertas relevantes figuras de nuestra academia de Gastronomía.
Los técnicos franceses que llegaron el pasado sábado a Caracas, Marina Carrasco, y el profesor Pierre Vergez, enviado por la “Sociedad Francesa de Exportación de Recursos Educativos”, no vienen a abrir una escuela de la noche a la mañana. Su propósito es el de establecer para “Slow Food de Venezuela”, un informe de factibilidad. (…) Seguir leyendo en: