“Después de haber trabajado las tradiciones venezolanas y las formas clásicas, sentí la necesidad de entrar en una etapa más libre, para así poder explorar con cualquier ingrediente, a fin de lograr asociaciones convenientes pero inusuales. También es el comienzo de un enfoque temático, como es el caso de inventar recetas y variaciones sobre un tema específico.

De esto, surge un grupo de recetas que giraban en torno al cuento fantástico ‘Alicia en el País de Las Maravillas’ de Lewis Carroll. Gracias a este enfoque alrededor de temas particulares comienzo también un enfoque más figurativo, ya que rescato del cuento elementos que pueden servir para ilustrar los platos. Surgen de estos platos como ‘Un mordisco a la seta para crecer’, donde las setas se convierten en alas de mariposas y las ensaladas en jardines mágicos”.

Aunque no me conformo con los cinco capítulos -mientras más recetas y fotos veo, más quiero- titulado el último “Emociones”, estos platos son mis favoritos. Y todos los de Helena son divinos, todas las fotos de los platos en Cocina Extra-Ordinaria son encantadoras, y todas las recetas lucen posibles de hacer, pero es que en este capítulo se habla de gente interesante a quien Helena ha cocinado. Carlos Cruz Diez, Alfredo Boulton, Mercedes Baumester de Otero Silva, Jesús Soto y Gustavo Cerati tienen un puesto muy especial en la historia y en las mesas de Helena Ibarra, la chef venezolana, autora y artista.

Y aunque es toda una obra de arte y parte muy enriquecedora al patrimonio gastronómico venezolano, este libro hay que tenerlo en la cocina…