MÚSICA Y GASTRONOMÍA

FIN DEL CUENTO 

FIN DEL CUENTO 

FIN DEL CUENTO 

FIN DEL CUENTO 

FIN DEL CUENTO 

FIN DEL CUENTO 

Como parte de sus pasiones, el rock ha sido fundamental para sazonar a Helena Ibarra, al conocer a la banda Sentimiento Muerto, aun muy jóvenes y desconocidos en los “80”, los músicos le propusieron, a la recién llegada chef de Francia, que fuera su manager.

Comenzando con el catering privado pronto se logra un intercambio por demás novedoso, la banda pasa a ser la brigada de la chef y la chef el manager de la banda al presentarlos en la sal del Ateneo de Caracas Ana Julia Rojas, así como sucesivas presentaciones en Mata de Coco, “agotados” aparecen las propuestas de las disqueras firmando con SonoRodven, luego de un exitoso viaje a Madrid, escogidos por Miguel Ríos, compartiendo tarima con bandas como: Paralama Do Sucesso,

El último de la Fila y Charly Garcia, logran destacar frente a esos grandes grupos. Al regreso, el emblemático CBGB de New York los acepta para tocar en la lejandaria tarima donde un día Bowie Mick Jagger, ofreció concierto. Graban su segundo video con HVO, titulado “El payaso”, el primero “Me duele la cabeza” ganó el festival de Mérida.
Ídolos de esta generación de los 80, Marcarán un estilo Punk latino e introducen el ritmo rico, allí nos encontramos en esta efímera línea donde el teclado de esas papilas abre los sentidos a un paladar compartido.
Los sentidos como las notas nos ayudan a ambas partes a interpretar una realidad donde íbamos más allá de “Una extraña sensación de soledad”.

Acaba de aparecer en España “La euforia perpetua”, de Pascal Bruckner, uno de los filósofos más lúcidos del panorama actual. En este ensayo el pensador francés, autor de “La tentación de la inocencia”, disecciona la idea de felicidad e indaga sobre los estragos que pue causar el deber de ser feliz.

La felicidad es, al parecer, caprichosa e ingrata: solo se rinde a quienes no la cortejan. O, tal vez, te damos a buscarla allí donde no se encuentra. Aunque John Stuart Mill pensaba que “la felicidad es la prueba de todas las reglas de conducta y la finalidad de la vida”, acabó escribiendo en su Autobiografía que “ahora pensaba que este fin directo” y que “sólo eran felices los que tenían sus mentes fijas en algún objeto distinto de su propia felicidad”.

Acaso la felicidad no sea la meta sino el distintivo de quienes marachan en la buena dirección.